Reflexiones viajeras
Siempre me ha gustado viajar, desde niña.
Recuerdo con nitidez dos fotografías de un libro de historia, una del coliseo de Roma y otra, una fotografía aérea de Tokio. La primera hizo que estudiara Historia del Arte (y viajar en numerosas ocasiones a Italia), la segunda, tener la ilusión de viajar algún día a Japón (conseguido en abril de 2018).

La época universitaria coincidió con el auge de las compañías low cost que me permitió, en una época de poco presupuesto, pero mucha flexibilidad en el calendario, conocer las principales capitales de Europa por muy poco dinero. Una época irrepetible.
Como colofón el viaje de fin de carrera que realizamos, en abril de 2006, a Egipto (el único viaje contratado por agencia que he realizado).

A día de hoy, aunque a más de uno no les salgan las cuentas, hago malabares con 23 días hábiles de vacaciones al año (viajo todo lo que puedo, que no es todo lo que quiero).
En el año 2012 visité Nueva York con una guía de viaje y un plano, sólo tenía internet en el alojamiento, al que llegaba básicamente para dormir. Y en 2015 recorrí Tailandia, tan sólo han pasado ocho años desde que escribo estas líneas, pero allí viajé sin guías, ni planos y tampoco tuve internet. Me parece increíble que todo saliera tan bien.

En los últimos años hemos vivido, gracias a internet, una transformación radical en la manera de viajar. Todavía hay gente que se sorprende de que prepare todos los viajes por libre, pero viajar hoy en día es tan, tan fácil…
Hemos pasado de preparar y viajar con una guía y un plano a tener, en mi opinión, un exceso de información para según qué destinos. Aunque las ventajas de internet (tanto en la preparación del viaje, como durante el viaje en sí) no las cambio por nada.
Si como a mí os interesan las biografías os recomiendo tres libros sobre viajeras del siglo XIX y principios del XX de la autora Cristina Morató, en concreto: Viajeras intrépidas y aventureras, Las Damas de Oriente y Las reinas de África, ¡eso si que eran aventuras!
Y para terminar os dejo unas reflexiones viajeras:
- Este año cumplo 40 años y he visitado 40 países
- He cogido un centenar de vuelos, los más largos de unas 12 horas (de Madrid a Bangkok, de Doha a Tokio o de Singapur a Basilea)
- Mi top tres de viajes realizados son: Costa Oeste de EE.UU, Japón e Islandia
- Mi ciudad favorita de Europa: Florencia
- Una de las ciudades más bonitas del mundo: Cusco
- La ciudad en la que más veces he estado: Venecia (en cinco ocasiones)
- La ciudad de las ciudades, la que hay que ver una vez en la vida: Nueva York
- El país en el que me siento como en casa: Italia
- Dos lugares muy especiales: Machu Picchu y Mont Saint-Michel
- Un día que nunca olvidaré: cuando se cruzaron una manada de 40 elefantes durante un día de safari por libre en el Kruger (Sudáfrica)
- Si me pierdo algún día me encontrarás en: cualquier país del sureste Asiático
- Aunque he viajado mucho por el extranjero, he recorrido prácticamente todas las capitales de provincia de España
- La pandemia me pilló con unos vuelos a Canadá comprados, todavía tenemos ese viaje pendiente
- No suelo repetir destinos, el mundo es muy grande, pero sé que volveré a Japón y a Nueva York
- Me encanta bucear y uno de mis sueños es bucear con el tiburón ballena
- Uno de los monumentos que tengo más ganas de conocer son los templos de Angkor, en Camboya
- Otros viajes pendientes de realizar: Pekín y Shanghái, Sri Lanka, Maldivas, Myanmar, Jordania, Costa Este de Estados Unidos, Canadá, otras islas de Indonesia…
- Me siguen sudando las manos cada vez que compro un billete de avión
- Me identifico plenamente con la frase: «Los viajes se viven 3 veces: cuando los soñamos, cuando los vivimos, y cuando los recordamos»
- El último viaje realizado en 2023 ha sido por Eslovenia, Croacia y norte de Italia
- El próximo, con probabilidad, escapada corta a Bélgica y Corea del Sur en octubre
