CUBA: La Habana

DÍA 1. Llegada a La Habana

DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2022

Tras un vuelo de algo más de nueve horas, en el que procuramos no dormir para adaptarnos mejor al cambio de horario de Cuba, llegamos al aeropuerto internacional José Martí de la La Habana sobre las 19.15 horas de la tarde, pasamos rápidamente el control de QR y de pasaportes, y a las 20.10 ya estábamos en el taxi que nos había gestionado Odalys, nuestra anfitriona de La Habana. En 40 minutos llegamos al alojamiento.

Charlamos un poco con ella, nos proporciona WIFI para que podamos avisar de nuestra llegada a nuestra familia y nos vamos a dormir. Hemos conseguido no dormir en el vuelo y estamos algo cansados.

DÍA 2. Free Tour en La Habana

LUNES 31 DE OCTUBRE DE 2022

El jet lag nos despierta a las 6 de la mañana… esto se mantendrá todos los días del viaje, eso sí, algunos días a las 21.30 horas ya nos quedábamos dormidos… (no ayudaban los cortes de luz).

A una hora más decente, Odalys nos ofrece un desayuno y nos «alquila» por 5 euros una línea de teléfono con datos, esto nos evita tener que ir a una de las tiendas ETECSA. Además cambiamos dinero, con total confianza, en el mercado informal. Cambiamos 1 euros a 150 pesos, Odalys nos recomienda cambiar unos 200 euros, le hacemos caso y acertamos totalmente con la decisión.

Hubo muchas cosas que pagamos en euros, os contamos más detalles en el post de CUBA: Guía de Viaje.

El alojamiento está justo al lado del callejón de Hamel, habíamos leído que el domingo por la mañana se baila salsa, nos acercamos por curiosidad (era lunes) y enseguida nos abordó un chico que nos empezó a contar la historia del callejón, nos invitó a entrar, pero no nos fiamos, nos escaqueamos diciendo la verdad, que habíamos dormido con vistas al callejón y que no nos interesaba verlo, además nos ofrecía tomar un cóctel en el bar, demasiado pronto para nosotros. Huimos y no nos volvimos a asomar.

Estábamos a 3 kilómetros del punto donde comenzaba el Free Tour por el Centro Histórico de La Habana que habíamos reservado con Gurú Walk, así que decidimos llegar tranquilamente andando hasta la Plaza San Francisco de Asís.

Plaza San Francisco de Asís, La Habana

Aunque vimos poco turismo y además los lunes cierran todos los museos de la ciudad, al final se formaron dos grupos. A nosotros nos tocó con Yan y las ocho personas de nuestro grupo éramos todas españolas, y era nuestro primer día en La Habana (incluso algunas habíamos venido en el mismo vuelo). Rara es la vez que no quedamos contentos después de un Free Tour pero, de verdad, que tuvimos mucha suerte con Yan (podéis contactar directamente con él en Whatsapp +53 5 8434019).

Con Yan recorremos la Habana vieja y sus cuatro plazas principales: la plaza de San Francisco de Asís (núcleo comercial), la plaza de Armas (núcleo militar), la plaza vieja (núcleo social) y la plaza de la Catedral (núcleo religioso).

Plaza de la Catedral, La Habana

Acabamos el free tour a las 13.30 horas y le pedimos a Yan que nos recomendara un sitio para comer comida tradicional, pero que no fuera excesivamente turístico. Nos recomendó La Calesa Real, un sitio con música en directo, pero con un volumen que permitía conversar perfectamente. Decidimos irnos los ocho españoles que habíamos hecho el Free Tour a comer juntos (la verdad que éramos un grupo bastante heterogéneo pero que habíamos estado super a gusto). Y menos mal que éramos muchos y teníamos buena conversación porque tardaron en servirnos más de una hora… no nos volvió a pasar en ningún otro restaurante de Cuba.

Paco y Vicente nos comentaron que por la tarde iban a hacer otro Free Tour con Yan sobre La Habana de la primera mitad del siglo XX y, como habíamos quedado tan encantados, decidimos unirnos. Estuvimos nosotros cuatro solos y una vez mas el tour fue de lo más interesante.

El Capitolio, La Habana

Después callejeamos un poco y compramos un par de trozos de pizzas y unas botellas de agua en un sitio que vemos en la calle San Rafael de camino a nuestro alojamiento.

 

DÍA 10. Caibarién – Santa Clara – La Habana

MIÉRCOLES 9 DE NOVIEMBRE DE 2022

El objetivo de hoy es llegar a La Habana, solo nos separan 330 kilómetros y tenemos gasolina para llegar, por lo que estamos muy tranquilos. Decidimos hacer parada en Santa Clara.

Llegamos en poco más de 50 minutos desde Caibarién, pasamos por el tren blindado, el Parque Leoncio Vidal y cuando nos dirigimos hacia el Mausoleo vemos una dulcería Donde hay churros hay alegría con bastante gente esperando, hacemos fila y compramos unos churros, están riquísimos.

Desde aquí nos dirigimos al Mausoleo, lugar donde está enterrado el Che Guevara, se enterró en memoria de la toma de la ciudad por parte de las tropas de Guevara el 31 de diciembre de 1958.

Mausoleo Che Guevara en Santa Clara

Ponemos rumbo a La Habana, nos equivocamos y en vez de retroceder para coger la circunvalación bajamos hasta unas calles de Santa Clara. Recorremos una calle con mucha gente, vamos despacito y al final de la misma vemos a un chico que nos corta el paso con clara intención de decirnos algo, nos da mala espina, nos dice que no podemos girar a la derecha (está la circunvalación ahí mismo) por obras y que llevamos una rueda pinchada…. Ya está, ya nos la han liado, intentamos salir de esa calle a una menos transitada y efectivamente comprobamos que tenemos la rueda pinchada (o al menos totalmente desinflada), nos mosquea desde el primer momento.

Intentamos alejarnos un poco, pero no podemos circular mucho, mucha gente nos va avisando que tenemos la rueda mal, nos bajamos del coche y una persona nos ayuda a cambiar la rueda por la de repuesto. Le damos 5 € por ayudarnos, nos aconseja ir a un taller para cambiar la rueda, pero nosotros desistimos, solo queremos salir de ahí y avanzar hasta La Habana. El chico insiste, la rueda es difícil que aguante tantos kilómetros ya que además la autopista A1 no está en muy buenas condiciones y, además, Cubacar nos va a exigir que arreglemos la rueda cuando devolvamos el coche. Todo verdades.

Busco el teléfono que nos dieron en caso de emergencias, el chico insiste en llamar él con su teléfono, le dicto el teléfono y hablo con una persona. Mi primera pregunta es si hay algún taller oficial, ya que además estamos en Santa Clara que es una ciudad grande, me dice que no, que tengo que arreglar la rueda en cualquier taller, pregunto por el precio máximo que me van a cobrar y me dice que por la rueda entera máximo 340 €. Como tenemos la mosca detrás de la oreja, pero en el fondo nos tienen pillados, nos mantenemos firmes y decimos que no vamos a cambiar la rueda, que no tenemos dinero, estamos al final de las vacaciones y sólo queremos llegar a La Habana.

La realidad es que sí, que preferimos cambiar la rueda para, en caso de volver a pinchar o que se desinfle, poder poner la de repuesto. Al final el chico nos lleva a un taller y pactamos que por 40 € nos arreglen la rueda, de paso nos pide ropa, champú o medicamentos para los niños…

Nos arreglan la rueda y salimos rápidamente de allí. Cuando nos faltan 30 kilómetros para llegar a La Habana volvemos a notar la rueda deshinchada (aunque el coche se comporta bien). Paramos en el primer sitio que podemos y cambiamos la rueda (nos cuesta menos de tres minutos y es algo que ya hemos aprendido para siempre).

Una vez llegamos a La Habana nos dirigimos al alojamiento para dejar las maletas y después vamos a las oficinas del Hotel Parque Central, donde tenemos que devolver el coche. Queremos ver si podemos arreglar la rueda para mañana pasar el día en Viñales. La persona que nos atiende nos dice que el arreglo de la rueda tiene que correr por nuestra cuenta, que es lo único que no cubre el seguro y que a estas horas el taller oficial está cerrado (el horario comercial de Cuba es de 9 a 17 horas) pero, que aunque él no es mecánico, cree que nos harán reponer la rueda entera que, según listado oficial, nos costará 75 euros.

Allí nos damos cuenta que el verdadero timo, a parte de deshincharnos la rueda que todavía no sabemos cómo lo hicieron, estuvo en la llamada de teléfono. El chico no llamó al teléfono que yo le dicté. En las ciudades principales hay un taller asociado al que hay que ir cuando pasa algo y además una reparación como la nuestra está incluida. Si hubiéramos tenido esta información en el momento de alquilar el coche no hubiéramos caído en el timo.

Os enlazamos a esta entrada del blog donde os contamos nuestra opinión sobre la seguridad en Cuba.

Dejamos el coche aparcado allí y nos vamos andando hasta el alojamiento. Hablamos por WhatsApp con William, nuestro contacto de Enjoy Cuba, y nos da la dirección de las oficinas centrales de Enjoy Cuba en La Habana. Decidimos que, a primera hora de la mañana, nos acercaremos allí para exponer nuestra queja y evitar que nos cobren esos 75 euros. Lamentablemente no podremos ir a Viñales.

 

DÍA 11. La Habana

JUEVES 10 DE NOVIEMBRE DE 2022

Llegamos caminando a las oficinas de Enjoy Cuba (es una casa sin letreros de Enjoy Cuba detrás de la Embajada de Polonia) en el barrio de El Vedado, el paseo resulta agradable. Allí nos atiende Jorge Luis Fando, le exponemos nuestro problema, le enseñamos fotos de la rueda y hace una llamada al taller. Solucionamos el problema rápidamente gracias a su gestión y además no vamos a tener que pagar nada.

Vamos hasta el Hotel Parque Central a por el coche y lo llevamos al taller Trocadero (el que nos han indicado). Nos estaban esperando, arreglan la rueda y no pagamos nada. Volvemos a la oficina de Cubacar, le devolvemos el coche a la persona que nos atendió ayer, le decimos que la rueda está reparada (lo que han reparado lo han escrito en el contrato), firmamos la devolución del vehículo y nos vamos.

Hemos perdido la posibilidad de visitar Viñales pero hemos evitado, al menos, pagar por los 75 € que nos querían cobrar por la rueda.

Tenemos lo que queda de día y mañana para estar en La Habana.

Recorremos la Habana Vieja y dedicamos parte de la mañana en hacer compras. En la calle Obispo encontramos la Cafetería El Milagro ¡por fin con algo dulce en los mostradores!, compramos una tartaleta de coco (55 pesos). Ya no compramos nada pero en la panadería Peter Pan, calle Amargura, vemos también opciones dulces.

Plaza Vieja de La Habana

En la misma calle Obispo entramos al Mercado de Artesanía y compramos unos recuerdos para la familia. Y, por último, compramos unos puros en La casa del Habano de la calle Mercaderes, los pagamos en euros pero con tarjeta .

Comemos en La Flor de Loto y nos vamos al alojamiento a descansar. Por la tarde hemos quedado con Odalys, nuestra anfitriona, y el resto de huéspedes para ir a La Fábrica de Arte Cubano.

La primera parada de la tarde es el Salón Rosado Benny Moré. Pedimos un taxi y por 15 € nos lleva allí, pagamos por entrar 100 pesos por persona. Los mojitos y cubatas de ron valen 70 pesos (ni un euro). La cerveza 200 pesos (euro y medio). Vemos actuar a tres grupos distintos de música cubana, bailamos y charlamos un rato con los holandeses de nuestro alojamiento. Pasamos un buen rato.

Salón Rosado Benny Moré

Después, sobre las 20 horas, cogemos otro taxi (en realidad un colectivo) que nos lleva, por 1000 pesos, a la Fábrica de Arte Cubano. Este lugar es una antigua fábrica de aceite que ha reconvertido sus salas y su amplias naves en salas de baile, salas de de pintura, es como un museo con una varia programación. Nos encanta el lugar, el ambiente…. Pagamos 250 pesos por entrar y nos dan un cartón, ahí irán apuntando lo que vayamos consumiendo y lo pagaremos al final cuando salgamos. Importante no perder el cartón.

El motivo principal de haber venido aquí es para ver la actuación de la orquesta sinfónica de La Habana, donde la hija de nuestra anfitriona toca el oboe. El concierto dura una hora aproximadamente en el que también vemos actuar a dos cantantes de opera. Después nos quedamos a tomar algo con la otra pareja de españoles que ha llegado directamente al concierto y regresamos todos al alojamiento en su coche de alquiler.

La visita al Salón Rosado de Benny Moré la vemos prescindible, sobre todo porque se encuentra bastante lejos pero recomendamos mucho la visita a La Fábrica de Arte Cubano.

 

DÍA 12. Vuelo a Madrid

VIERNES 11 DE NOVIEMBRE DE 2022

Nos levantamos con calma y damos el último paseo por La Habana.

Teatro Alicia Alonso, La Habana

Comemos en la pizzería Mimosa, justo al lado de La Flor de Loto donde estuvimos ayer. De aquí tenemos 15 minutos andando al alojamiento donde descansamos un poco antes de que un taxi, que nos ha gestionado Odalys y que nos cuesta 25 €, nos venga a buscar para llevarnos al aeropuerto.

Taxi en La Habana

Tardamos unos 40 minutos en llegar, el aeropuerto es pequeño y tan sólo hay tres vuelos esa tarde por lo que pasamos rápidamente el control de seguridad. Dentro hay un par de sitios donde comer algo, compramos agua y pagamos con tarjeta.

El vuelo discurre con normalidad y dormimos la mayor parte del tiempo. Llegamos a España a la hora prevista.

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