YUCATÁN: esnórquel en Mahahual y laguna de Bacalar
DÍA 3. Esnórquel en Mahahual y Laguna de Bacalar
DOMINGO 23 DE ENERO 2022.
Hemos quedado a las 10 de la mañana para hacer la actividad de esnórquel, nos proporcionan sendos neoprenos y nos llevan (a nosotros solos) en barco hasta un punto que ellos denominan «acuario» y allí estuvimos nadando 45 minutos.
Es la primera vez que haciendo esnórquel nos llevan tan sólo a un punto, la visibilidad no era muy buena y no vimos muchos peces. Por eso y por los 1000 pesos (22 € por persona) que hemos pagado no quedamos totalmente satisfechos con esta actividad.
Ahora que hemos vuelto del viaje, y hemos comprendido la dinámica de esta zona de México en cuánto a las actividades turísticas, recomendamos preguntar en varios establecimientos y comparar precios. Nosotros nos quedamos con el primer sitio que preguntamos y cómo no había precios a la vista aceptamos la cantidad que nos dijeron. Sentimos que el precio fue un poco elevado.
Si hubiéramos buceado o el esnórquel nos hubiera entusiasmado nos hubiéramos quedado, sin duda, una noche más en Mahahual, pero decidimos llegar a comer a la Laguna de Bacalar que se encuentra a unos 90 kilómetros de distancia.
1º TRAYECTO: Mahahual – Laguna de Bacalar (90 km, 1.15 horas)
La carretera a Bacalar es muy buena y llegamos en hora y cuarto. Nos fiamos de las opiniones de Tripadvisor y vamos directos a comer al Mango y Chile un restaurante «vegano y saludable». Pedimos dos hamburguesas (que no eran de carne), pero no podemos acompañarlas con cerveza porque no venden alcohol. Pagamos 400 pesos por dos hamburguesas (17 euros).
El restaurante está justo al lado del Fuerte de San Felipe, no pagamos por entrar y nos quedamos en sus inmediaciones donde están las típicas letras de colores que nos van a acompañar durante todo nuestro viaje por la península de Yucatán y donde, además, nos compramos un helado riquísimo en un puesto ambulante.
Desde aquí nos vamos al Hotel Sun Ha Bacalar donde dormiremos la noche de hoy, nos instalamos y por recomendación de la dueña salimos a conocer el Cenote Cocalitos.

Es domingo y hay mucha gente local, el ambiente es como un día de piscina en verano en España, hay gente que se ha quedado a comer y a pasar el día, el cenote cuenta con un bar y vestuarios. El precio por persona es de 50 pesos (unos 2 €).
Este cenote es muy conocido porque es uno de los lugares del mundo donde pueden verse con facilidad y en la superficie los estromatolitos, a simple vista parecen piedras, pero no se pueden ni tocar ni pisar pues son sumamente frágiles (entre otras funciones aportan oxígeno al agua).

Regresamos al hotel, salimos a tomar algo al Katx desde donde se obtienen unas vistas muy bonitas de la laguna y cenamos en Mi burrito Bacalar.

DÍA 4. Laguna de Bacalar
LUNES 24 DE ENERO 2022
Para contemplar la laguna de Bacalar en todo su esplendor y comprender por qué se le conoce también como la laguna de los siete colores es imprescindible que el día esté soleado, pero con toda probabilidad, en algún momento del día verás nubes pues crecen con facilidad en esta zona.
La laguna es de agua dulce, pero por las tonalidades azul turquesa nos parecía una continuación de Mahahual.
Como nuestro hotel no tenía acceso directo a la laguna nos habíamos acercado a ella visitando el Cenote Cocalitos y tomando algo en el Katx. Lo recomendable es hacer algún tour en barco o en vela para conocer de cerca puntos como: el canal de los piratas, el cenote negro o la isla de los pájaros.
En el hotel podíamos haber reservado el tour en vela, pero finalmente reservamos en pontón (barco). En la misma calle del hotel había varias empresas que ofrecían el mismo tour y al mismo precio (esta vez sí preguntamos). Pagamos 350 pesos por persona (era un poco más económica la opción de lancha).
Nuestra experiencia con el tour
Para esta actividad no hay un horario fijo de salida (que lo haría todo más fácil) sino que los barcos van saliendo a demanda. Enero es temporada alta, pero apenas hay turismo y aunque nos dijeron que en diez minutos salía el barco, la realidad es que estuvimos más de media hora esperando. Al ver que no llegaban más turistas nos llevaron al muelle de al lado y finalmente hicimos el tour con otra empresa.
La primera parada del día fue el Canal de los Piratas donde estuvimos un rato bañándonos. Después nos llevaron al Cenote Negro y pasamos por el barco por encima (es impresionante ver cómo cambia el color del turquesa al negro por la profundidad que alcanza este cenote). Nos acercaron hasta Cocalitos y tuvimos de nuevo tiempo libre para bañarnos.

La mala suerte quiso que el motor del barco se rompiera y ya no parásemos en la isla de los pájaros. El tour tiene una duración de 2.5 horas, pero nuestro tour salió sobre las 11 de la mañana y llegábamos de nuevo cerca de las 15 horas.

Sabiendo que no hay horarios fijos de salida en los tours con barco (que por otro lado es una actividad imprescindible para descubrir la laguna) y tomándote el día con calma merece muchísimo la pena añadir Laguna de Bacalar a un itinerario por la península de Yucatán.
1º TRAYECTO: Laguna de Bacalar – Campeche (464 km, 5.15 horas)
Aunque Laguna de Bacalar nos parece una parada imprescindible teníamos claro no darle otra noche por lo que decidimos llegar a dormir a la localidad de Campeche.
El contratiempo del barco hizo que perdiéramos más de una hora que nos hubiera venido genial para conducir todo el trayecto de día, pero por suerte, al llegar al estado de Campeche tuvimos que atrasar los relojes por lo que le ganamos una hora al día.
Si, como nosotros, visitas los tres estados de la península de Yucatán recuerda que Campeche y Yucatán atrasan una hora con respecto a Quintana Roo.
Cuando llevábamos una media hora conduciendo pasamos por una localidad en la que vemos varios puestos de comida en la orilla de la carretera. Compramos unos tacos caseros en un puesto regentado por un matrimonio (4 tacos, 60 pesos) y unas empanadas de coco en otro puesto (4 empanadas, 30 pesos) aunque nos resultaron un poco secas y no nos gustaron demasiado.
Si hubiéramos tenido un día más en el itinerario hubiéramos dedicado un día a conocer la reserva de Calakmul. Cerca de esta reserva pasamos por un control fijo policial y tan sólo nos preguntan de dónde veníamos. No nos piden ningún tipo de documentación.
El viaje, aunque sin tráfico, resulta un poco pesado, pasamos por pequeñas localidades y nos sorprenden las enormes estructuras que han construido para que la gente cruce la carretera por encima, aunque la realidad es que hay multitud de pequeños puestos en las orillas y gente vendiendo fruta en mitad de la carretera.
Llegamos a Campeche justo al anochecer. La suerte quiso que, para realizar los últimos 65 kilómetros, partiera una autopista de dos carriles que nos llevó hasta Campeche (pagamos un peaje de 80 pesos en efectivo).
No sentimos inseguridad por hacerse de noche sino porque en las proximidades de los pueblos había «topes» (badenes) altísimos que no siempre se veían bien, gente, motos y bicicletas en los arcenes y muchos animales (sobre todo perros) rondando.
Llegamos a las 19.15 horas a Campeche, aparcamos en la puerta del hotel, nos instalamos y salimos a cenar a la animada calle 59 y cenamos en Aduana Vasconcelos.
De postre probamos la primera marquesita del viaje nada más cruzar por la puerta de Mar en un puesto que encontramos al lado del Oxxo.