YUCATÁN: llegada a Cancún, Tulum y Mahahual

DÍA 1. Llegada a Cancún

VIERNES 21 DE ENERO DE 2022

Llegamos al aeropuerto de Cancún sobre las 20:00 horas, recogemos nuestra maleta y en el mismo aeropuerto cambiamos algo de dinero.

Nos acercamos hasta las dársenas de autobuses (saliendo de la terminal a mano derecha) para esperar (nos lo indican así) a la furgoneta de Europcar que nos acercará hasta la oficina donde finalizaremos el trámite del alquiler del coche.

Tras firmar unos cuántos documentos y rechazar nuevamente pagar por un seguro a todo riesgo que ya teníamos contratado con Rentalcars (intento de timo número 1 del viaje) nos entregaron las llaves del Chevrolet Aveo por el que pagamos 412 € (seguro a todo riesgo incluido) por 11 días de alquiler.

Nos dirigimos al Hotel Antillano, hotel situado en el centro de Cancún donde pasaremos esta noche. Dejamos las maletas y salimos a comprar un número de teléfono mexicano a un Oxxo (pequeño supermercado con horario de lunes a sábado de 9 a 00.00) que tenemos justo al lado. Nos cuesta 79 pesos con una recarga de 400 megas (menos de 4 euros).

 

DÍA 2. Ruinas de Tulum y Mahahual

SÁBADO 22 DE ENERO DE 2022.

1º TRAYECTO: Cancún- Ruinas de Tulum (128 km, 1.45 horas)

La idea era madrugar y llegar pronto a las ruinas de Tulum, pero estamos bastante cansados del viaje y el jet lag no ayuda. Llegamos a las 10 de la mañana, pero puesto que no hay mucho turismo, conseguimos aparcar gratuitamente bastante cerca de la entrada.

Hemos puesto en Google «Tulum sitio arqueológico» y nos ha traído por la carretera vieja. Desde esta carretera hay accesos directos a playas que tienen, además, aparcamientos de pago (unos 100 pesos), pero conseguimos aparcar gratuitamente aquí y dejamos el coche a un lado de la carretera (no son aparcamientos señalizados). Desde aquí, apenas hay 10 minutos andando hasta la entrada.

Junto a la entrada hay unos baños gratuitos, nos miden la temperatura y pagamos la entrada en efectivo 85 pesos por persona (unos 4 €).

 

Plano de Tulum

 

Recomendamos visitar la página oficial para leer la información sobre la historia del conjunto y descargar el plano para orientarse.

Estamos visitando Tulum unos 45 minutos. Si bien sus ruinas no son las más espectaculares que hemos visto en nuestro viaje por la península de Yucatán, su emplazamiento es único y recomendamos su visita.

Aunque todo lo que visitamos en la península de Yucatán es muy turístico queríamos evitar el turismo masivo que atrae Tulum y alrededores por lo que decidimos, desde aquí, poner rumbo directo a nuestra siguiente parada: Mahahual.

 

2º TRAYECTO: Ruinas de Tulum – Mahahual (224 km, 2.45 horas)

Una vez pasado Tulum paramos a comer en el primer sitio que vimos desde la carretera: Restaurante Chunyaxche. Un pequeño puesto que sólo tenía tacos, estaba todo riquísimo (y teníamos hambre). No vimos precios anotados en ningún sitio (algo habitual), pero por 8 tacos, agua y café pagamos 265 pesos (unos 12 euros). El sitio en sí, era muy acogedor.

Restaurante Chunyaxche

Mahahual es una pequeña localidad que concentra la vida, el ocio y la restauración en su paseo marítimo. El acceso a la playa es libre en cualquier punto, pero la arena se encuentra ocupada por las hamacas, sillas y mesas de los restaurantes y hoteles que se encuentran justo en frente. Esto, junto con las redes instaladas para frenar el sargazo (algas que llegan a la costa entre marzo y octubre), fue lo que menos nos gustó de la localidad.

Playa de Mahahual

Para tomar un baño más tranquilo recomendamos llegar hasta la zona del faro (dónde además podrás fotografiar las letras de colores de Mahahual).

Una de las razones por las que incluimos Mahahual en nuestro itinerario es por estar situada frente a la segunda barrera de coral más larga del mundo, nuestra idea inicial era hacer buceo (nos sacamos el PADI hace un par de años), pero para realizar buceo hay que estar físicamente en perfectas condiciones y yo tenía todavía los oídos tocados del avión por lo que no pudimos bucear.

Paseando por la calle principal vimos varios puntos de buceo y esnórquel y en el primero que vimos reservamos la actividad de esnórquel para el día siguiente.

Nos tomamos algo en uno de los bares y por la noche salimos a cenar al Nohoch Kay, uno de los sitios que os recomendamos en nuestro post de dónde comer en Yucatán.

Mahahual nos encantó, es una localidad tranquila que nos recordaba muchísimo a cualquiera de las islas del sudeste asiático que hemos tenido la suerte de conocer y eso que al haber poco turismo también le faltaba un poquito de ambiente, pero si hubiéramos tenido más días, nos habríamos quedado al menos una noche más (y mejor en un hotel con salida directa a la playa).

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Día siguiente: esnórquel en Mahahual y laguna de Bacalar

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