SUDÁFRICA: Ciudad del Cabo

Aunque lo ideal hubiera sido llegar directamente a Ciudad del Cabo desde España y regresar por Johanesburgo decidimos, por razones estrictamente económicas, llegar y salir de Sudáfrica por el aeropuerto internacional O.R. Tambo de Johanesburgo.

Así que, volamos a Johanesburgo desde Barcelona con Qatar Airlines y después cogimos un vuelo interno hasta Ciudad del Cabo con Flysafair.

DÍA 0. Retraso en el vuelo

Martes 15 de octubre de 2019

Si todo hubiera ido bien hubiéramos llegado a Johanesburgo a las 15 horas del martes 15 de octubre, pero debido a los incidentes registrados en el aeropuerto de Barcelona el lunes 14 de octubre, nuestro vuelo salió con una hora de retraso lo que nos llevó a perder la escala en Doha.

Una vez en España iniciamos los trámites para reclamar económicamente por este retraso como os contamos en este artículo de cómo reclamar a una compañía aérea ante un retraso o cancelación de vuelo.

Llegamos a Doha a las 8 de la mañana, nada más salir del avión una azafata nos estaba esperando y nos dio los billetes para el vuelo que salía esa misma tarde a las 20.40 horas. Además de los billetes, nos correspondía, al ser más de 8 horas, pasar ese tiempo en un hotel incluyendo dos comidas.

Una vez pasado el control de pasaportes en Doha (las maletas no las vimos hasta Johanesburgo) nos estaba esperando un empleado del hotel en el que nos alojaron, Concorde Hotel, para montarnos en un taxi e ir directos al hotel.

Aunque la broma de Barcelona nos costó dinero: tuvimos que comprar un nuevo vuelo interno, perder la primera noche de hotel en Ciudad del Cabo, hacer una nueva reserva del coche y llegar a Ciudad del Cabo 12 horas después de lo previsto, pudimos disponer de internet para realizar todas las gestiones, comer estupendamente y descansar antes del vuelo Doha – Johanesburgo.

DÍA 1. Llegada a Ciudad del Cabo

Miércoles 16 de octubre de 2019

Teníamos previsto llegar a Ciudad del Cabo el martes 15 de octubre a las 22 horas por eso habíamos buscado un alojamiento cerca del aeropuerto. Al perder la escala y reubicarnos en el vuelo de las 20.40 de la tarde, llegamos a Johanesburgo a las 4.30 horas de la mañana del miércoles 16 de octubre.

En apenas 20 minutos habíamos pasado el control de inmigración y ya teníamos las maletas con nosotros. A las seis de la mañana, cuando abrieron las tiendas, aprovechamos para comprar una tarjeta de teléfono Vodacom de 5 GB que nos costó R510 (unos 30 €). Después, cambiamos dinero en uno de los bancos que vimos. Aunque prácticamente todo se puede pagar con tarjeta es imprescindible llevar algo de efectivo.

Cogemos el vuelo Johanesburgo – Ciudad del Cabo con Flysafair. Aterrizamos según lo previsto y caminamos hasta las oficinas de coches de alquiler. Habíamos reservado con Bidvest un Toyota Yaris, tardamos muchísimo en el trámite del coche pues la tarjeta de crédito de Dani dió error y tuvieron que cambiar algunos datos para poder utilizar la mía, aunque no nos cobraron nada por esto.

Salimos del aeropuerto a las 12 de la mañana y decidimos ir a Kirstenboch Botanical Garden, llegamos en apenas 15 minutos desde el aeropuerto, pagamos R75 por persona y R10 por el mapa. Estamos una hora y la verdad que el sitio es precioso, ¡muy recomendable!

Kirstenboch Botanical Garden

Desde aquí nos vamos al apartamento que tenemos reservado para las dos noches que vamos a estar en Ciudad del Cabo, el Circa Luxury Apartment, hacemos el registro de entrada y comenzamos a recorrer la Long Street hasta dar con un restaurante etíope, Madam Taitou, donde paramos a comer.

Nada más salir del restaurante vemos las coloridas casas del barrio de Bo Kaap por el que paseamos y hacemos unas cuantas fotos.

Bo Kaap

Desde aquí nos vamos hasta Green Market Square, a menos de un kilómetro andando, observamos la vida y el ajetreo del mercadillo de artesanía.

Vista de la Table Mountain

Aunque al principio no entraba en nuestros planes, pues no nos gustan los centros comerciales, finalmente nos acercamos al Victoria & Albert Waterfront (a unos 2 kilómetros, media hora andando).

Es un sitio muy bonito y cuidado, muy turístico, con música en directo, la buena temperatura hacía que hubiera muchísima gente en las terrazas, por lo que estaba de lo más animado y además, pudimos comprar comida local en el Mercado y así poder cenar en el apartamento.

Victoria & Albert Waterfront

Aunque las tiendas estaban abiertas hasta las 20 horas, en esta época del año anochece a las 19 por lo que, un poquito antes, llegamos al apartamento.

Además de un mini supermercado justo enfrente del apartamento, vimos otro mercado relativamente cerca que sólo abría hasta las 18 horas y no pudimos probar, pero tenia muy buena pinta: Food lover’s Eatery Icon Building.

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Día siguiente: península del Cabo

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