CRUCERO POR EL MEDITERRÁNEO: Santorini
La tercera escala del crucero por el Mediterráneo que realizamos en junio de 2015 fue la isla de Santorini.
Santorini, junto con Mykonos, es una de las islas más famosas y turísticas de Grecia. Tiene multitud de rincones y playas como para pasar una semana entera recorriéndola, pero como nuestra escala tan sólo iba a ser de unas horas, lo que teníamos pensado ver era desplazarnos desde Fira (la capital de Santorini y donde atracó el barco) hasta Oia, la ciudad más bonita y fotografiada de Santorini.
Datos prácticos de la escala
- Llegada a Fira: 07.00
- Salida de Fira: 16.00
- Procedimiento de desembarque: fondeo
Itinerario
En Santorini sabíamos que el procedimiento de desembarque iba a ser mediante lanchas porque nuevamente fondeamos en Fira, coincidiendo además con otros dos cruceros. Sabíamos que lo mejor era salir cuanto antes del barco: lo primero porque nos queríamos desplazar hasta Oia que está a 12 kilómetros de Fira; lo segundo porque teníamos menos horas en la escala que por ejemplo en Mykonos y lo tercero por las características físicas de la ciudad de Fira.
Una vez más la suerte nos acompañó y nuestra letra fue la primera en poder abandonar el barco.
Ya en tierra, en el puerto de Fira, nos encontramos con un importante desnivel hasta poder alcanzar la localidad propiamente dicha. Hay tres maneras del salvar dicho desnivel:
- subiendo en burro (5 euros)
- andando (600 escalones)
- teleférico (4 euros cada vez)
Sin duda la mejor opción, y por la que optamos nosotros, es el teleférico. Hay que tener cuidado con la vuelta porque se junta mucha, muchísima, gente y la fila y la aglomeración de gente puede ser importante (lo vimos en junio, no queremos ni imaginarnos en agosto). Teníamos claro que si nos veíamos apurados bajaríamos andando (nos habíamos puesto calzado deportivo por si acaso).
Esperando el teleférico (éramos unas 10 personas) nos encontramos a otra pareja de nuestro crucero (Carmen y David) que pretendían hacer lo mismo que nosotros. Una vez en Fira vimos la estación de taxis enseguida y compartimos uno hasta Oia (nos costó 20 € en total).
Llegamos a Oia yo creo que de los primeros ¡¡no había nadie por la calle!!. Pero hacía bastante calor.
La ciudad de Oia nos encantó, es un laberinto de subidas, bajadas, escalones, vistas al mar… Recomendamos también calzado cómodo.
El taxi nos había dejado en la plaza donde salían los autobuses para regresar a Fira, miramos los horarios y a la vuelta nos volvimos en autobús (1.60 € por persona). Durante el trayecto pasó un revisor y nos fue cobrando el billete.
Llegamos a Fira dimos una vuelta y como la ciudad nos pareció menos interesante que Oia y ya se empezaba a notar muchísima gente yendo al teleférico, no nos arriesgamos y a la hora de comer ya estábamos en el barco.