MARRUECOS: Marrakech

Aprovechamos los últimos días de vacaciones que nos quedaban por gastar y un (maravilloso) vuelo directo con Ryanair desde Zaragoza para descubrir Marrakech, una de las ciudades más turísticas de Marruecos.

Una escapada perfecta de cuatro días a un país y una cultura que nos quedaba por conocer.

Datos prácticos de nuestro viaje

  • Fecha del viaje: enero de 2023
  • Duración del viaje: 4 días
  • La moneda es el DIRHAM. En enero de 2023, 1 euro equivalía a 10.90 dirham.

El primer cambio de moneda lo hicimos en el aeropuerto, pero después fuimos cambiando moneda a medida que íbamos necesitando ya que teníamos localizada una casa de cambio en la misma plaza, justo debajo del Café-Restaurante Argana, con un amplio horario de apertura de lunes a domingo.

En nuestro Riad pagamos el coste de alojarnos con tarjeta y, tanto la excursión a Essaouira como el taxi que nos vino a buscar al aeropuerto, lo pagamos en dirham.

Aeropuerto de Marrakech

El Aeropuerto de Marrakech-Menara (RAK) está situado a tan sólo seis kilómetros de Marrakech.

Pasamos el control de pasaportes, cambiamos 20 euros, compramos una tarjeta de teléfono (de 20 GB por 20 €, no había otra opción) y nos dirigimos hacia la salida donde nos espera el taxista que hemos contratado a través del Riad.

En apenas 20 minutos llegamos al centro de Marrakech, nos bajamos del taxi y ya estaba esperándonos Mohamed, personal del Riad Malfa, que nos acompaña andando hasta el Riad.

Era muy fácil llegar al Riad y el resto de los días no tuvimos ningún problema, pero este servicio (de taxi y acompañarnos andando) nos lo ofreció el Riad por 14 € y nos pareció la forma más sencilla y despreocupada de llegar, siendo además que llegábamos por la noche.

El último día regresamos al aeropuerto en un taxi, negociamos el traslado al aeropuerto por 10 €, pero como todavía nos quedan dirham, nosotros pagamos en su moneda.

Para el vuelo de regreso a España es imprescindible llevar el billete impreso (nos lo imprimieron en el Riad) y es obligatorio pasar por el mostrador de facturación de Ryanair aunque hayamos hecho el check in online y no tengamos maleta para facturar.

Recomiendan llegar con tres horas de antelación, pero, al menos en enero, pasamos todos los controles rápidamente.

Alojamiento

  • Nombre: Riad Malfa
  • Precio por noche: 46 €, desayuno incluido

Un Riad es un tipo de alojamiento, en Marrakech normalmente ubicado en la medina, que se articula en torno a un patio central y consta de 5 ó 6 habitaciones.

Nos encantó la ubicación, la tranquilidad y la atención que recibimos en Riad Malfa, además de los riquísimos desayunos que nos ofrecieron.

Riquísimo desayuno del Riad Malfa

Cómo moverse en Marrakech

Solo utilizamos el taxi para el trayecto al aeropuerto, al estar céntricamente alojados en la Medina recorrimos Marrakech andando.

Dónde comer

Disfrutar de la gastronomía del país que visitamos es un imprescindible del viaje en sí y la verdad que en Marrakech la oferta gastronómica es muy amplia.

La primera noche no nos complicamos demasiado y cenamos en la primera plaza que encontramos cerca del alojamiento, como hace buena noche cenamos al aire libre en Dabachi Chez Cherif, cenamos bien, pedimos un cus cus y una brocheta y nos sacan unos aperitivos típicos, pagamos 130 dirham (unos 13 €).

Otro día comimos en el Café des Épices, en la animada Plaza Rahba Kedima (coloquialmente Plaza de las Especias).

El restaurante Chez Brahim fue uno de los que más nos gustaron, pedimos harira (una sopa un poquito espesa y un poquito picante, riquísimo), brocheta y una pastilla (es un hojaldre riquísimo que combina lo salado del relleno con el azúcar y la canela que le echan por encima, personalmente me encantó), por lo que probamos tres platos tradicionales de la gastronomía marroquí. Pagamos 220 dirham (22 €).

Tres platos típicos de la gastronomía marroquí

Vimos varios puestos de pastelitos típicos árabes, el peligro de que no pongan los precios es que, evidentemente, pueden pedirnos la cantidad que quieran. En un puesto de camino al Riad nos pidieron por tres pastelitos (de los pequeños) 70 dirham, es decir, 7 €. Nos fuimos inmediatamente. Un poquito más adelante, justo en una pequeña plazoleta cercana a nuestro Riad, vimos otra tienda que ofrecía pastelitos mucho más grandes y nos pidieron 10 dirham (1 €) por cada unidad.

Riquísimos pastelitos árabes

Una tarde pedimos un té y una bolita, aparentemente dulce, en uno de los puestos de la plaza Jemaa el-Fna ya que es lo que vemos que hacen los locales. El té resulta muy fuerte (con muchas especias) y a mí, que me gusta probar absolutamente todo, la bolita no me la puedo comer, tiene un sabor demasiado raro y ni siquiera es un sabor dulce. Al menos la experiencia apenas nos ha costado 10 dirham (1 €).

Té y «dulce» en plaza Jemaa el-Fna

Otro día comimos en Roti D’or en una terraza al sol. Todo estaba rico y la presentación es muy cuidada, todos los platos incluyen patatas, dos salsas y aceitunas. Comemos muy bien. Después compramos un café y agua en Cafe Medina y nos lo tomamos tranquilamente en la terraza del Riad.

Riquísima comida en Roti D’Or

Por variar un poco un día cenamos en un hindú, Bombay Medina, y aunque es algo más caro, el pollo tika massala está espectacular. Pagamos 220 dirham (22 €).

También probamos un par de bocadillos por 20 dirham (2 €) la unidad, en uno de los puestos callejeros que vimos de camino al Riad. Hay muchísima gente y en esas calles tan estrechas se nota todavía más, volvemos al alojamiento casi en fila india.

Puesto de comida callejera en Marrakech

El último día comemos más que bien en la Pizzería Bab Doukkala, el dueño habla italiano y las pizzas son de masa fina, como nos gustan a nosotros. Pagamos 90 dirham (9 €) por comer.

Qué ver: imprescindibles de Marrakech

Siempre que podemos nos gusta hacer un free tour, nos parece la mejor manera de situarse en la ciudad y descubrir su historia y curiosidades, en este caso hemos reservado con Buendía Tours.

Una vez más, el free tour nos parece de lo más interesante y Radouian, el guía, nos explica muchas curiosidades de la ciudad y de la cultura musulmana (como, por ejemplo, que un barrio musulmán tradicional siempre tiene: un horno, un hamman, una madraza, una mezquita y una fuente).

El tour dura cuatro horas, pero hemos entrado a la Madrasa Ben Youssef, uno de los imprescindibles de Marrakech (además nos hacen un descuento por entrar en grupo) y nos han llevado a una tienda, Herboriste Marrakech, donde nos ofrecen desde productos cosméticos (como el aceite de Argán que se produce de manera exclusiva en Marruecos), pasando por infusiones o especias. Nosotros compramos, como no, el curry más picante que tienen. Por lo que vemos después, los precios no estuvieron nada mal.

Madrasa Ben Youssef

Una vez ya situados fuimos recorriendo otros puntos imprescindibles de la Medina, que en 1985 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como la Plaza Jamaa el Fna que es el centro neurálgico de Marrakech y por la que pasamos muchas veces y en distintas horas (la ciudad tiene mucha más vida por la noche) e incluso un día vemos atardecer desde la terraza del Aqua.

Atardecer en Marrakech

También nos gustó mucho la animada Plaza Rahba Kedima (coloquialmente Plaza de las Especias) y comimos en el Café des Épices.

Plaza Rahba Kedima

Nos acercamos hasta la impresionante puerta de Bab Agnaou, una de las diez puertas que tiene la muralla que rodea la Medina.

Bab Agnaou

El minarete de la Mezquita Koutoubia, con casi 70 metros de altura, es uno de los símbolos de la ciudad y es fácilmente visible desde las terrazas y azoteas de los restaurantes. La vistas es muy bonita desde el Parc Lalla Hasna.

Minarete de la Mezquita Koutoubia

Dos de los edificios más visitados de Marrakech son las tumbas Sadies, de finales del siglo XVI, y el Palacio de la Bahía, construido a finales del siglo XIX.

Nosotros no visitamos el Palacio Badí ya que hoy apenas se conservan restos del que fue uno de los palacios más impresionantes y más ricamente decorados del siglo XVI.

Finalmente, no visitamos los Jardines Majorelle pues quedaban alejados de la Medina, pero sí llegamos caminando hasta el Ciber Park, es un bonito parque de acceso gratuito que recorremos prácticamente en solitario. De vuelta entramos en un mercado de artesanía, aunque no había muchos puestos abiertos, el edificio era bonito.

Perderse por las callejuelas del Zoco es otro de las cosas imprescindibles que hacer en Marrakech, aunque acabamos comprando unos recuerdos en un puesto cercano a nuestro Riad, cerca del Café Medina, a buen precio (tienen el precio marcado) y sin necesidad de regatear (lo reconocemos, no se nos da bien el regateo).

Zoco de Marrakech

Y otro imprescindible es probar la experiencia en un hamman, un baño tradicional árabe.

Nosotros reservamos, por correo electrónico, en el Hamman Les Bains d’Azahara.

La persona de recepción habla castellano y por la mañana tienen una oferta de 450 dirham por persona (45 €) que incluye 45 minutos de hamman y 1 hora de masaje. Otro punto a favor es que no hay que llevar ni bañador ni jabón negro y hay taquillas y secador de pelo.

Hamman Les Bains d’Azahara, Marrakech

Gracias al hamman descubrimos este animado barrio, mucho menos turístico, pero super animado y lleno de gente. La calle principal es la Rue Bab Doukkala. Compramos unos pastelitos típicos por 0.20 € cada uno y comemos más que bien en la Pizzería Bab Doukkala.

En esa misma plaza cogemos un taxi y en 15 minutos estamos en el aeropuerto.

Essaouira

Dedicamos un día a conocer la bonita ciudad de Essaouira, situada 190 kilómetros de Marrakech. Es una excursión típica y muy fácil de hacer desde Marrakech.

Os contamos nuestra experiencia en esta entrada del blog.

Consejos, recomendaciones y opinión sobre nuestro viaje

Dedicamos tres días completos a recorrer Marrakech y un día a Essaouira, ciudad que también nos ha encantado. Nos ha parecido perfecto el tiempo que hemos tenido para conocer ambas ciudades.

Mapa interactivo de Marrakech

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