ROMA: dónde comer
Disfrutar de la gastronomía de la ciudad o del país que visitamos es, para nosotros, tan importante como conocer el lado cultural. Y, en Roma, lo tuvimos fácil.
Os presentamos nuestras recomendaciones y sitios dónde comer en Roma.
Restaurantes recomendados
BONO BOTTEGA NOSTRANA. Bocadillos elaborados en pan muy crujiente. Además el restaurante es muy bonito, nos encantó. Muy recomendable. Los bocadillos cuestan entre 6.5 € y 8 €, una botella de agua 3 €. Lo que encarece la cuenta, y fue la tónica general del viaje, es el precio de la cerveza como en este caso que nos costó 6.5 €.

ALL’ ANTICO VINAIO. Esta bocatería la descubrimos en nuestro viaje a Florencia y no pudimos resistirnos a probar de nuevo sus bocadillos. Aunque la carta de ambas ciudades es algo distinta, nuestra recomendación si te gusta el picante es probar el Inferno.
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All’Antico Vinaio
PIZZERIA DA BAFFETTO. Pizzas de masa fina, con bordes finos y tostados, es el tipo de pizza que nos hacemos en casa y el que más nos gusta por lo que las pizzas nos encantaron, especialmente la de cuatro quesos con bresaola.

CANTINA E CUCINA. Probamos la pasta cacio è pepe (10 €) y la carbonara (12 €), nos encantó. Sitio bonito en su decoración y el servicio rápido. Nuevamente la cerveza 6.5 €.
MERCATO CENTRALE. No es un mercado tradicional combinado con un espacio de puestos de comida como encontramos en otras ciudades de Italia (entre ellas Florencia y Bolonia) sino un espacio nuevo y reformado con amplios horarios en el que encontramos puestos para comer muy variados. En la misma estación de Termini.
SUPLÌ (Trastevere). Tienda de comida casera donde probamos los suplì una especie de croqueta de arroz (similar a los arancini sicilianos).
OTELLO (Trastevere). Si hay fila lo primero es apuntarse en la lista de espera dando el nombre a la personal que está en la puerta del restaurante. En nuestro caso fue muy rápido, el restaurante es grande. Probamos de entrante una alcachofa frita (Carciofo alla Giudia) (7 €) y de pasta: amatriciana (9 €) y carbonara (9.5 €). Lo acompañamos de una focaccia (5.50 €). Todo rico.

Aunque nos los habían recomendado, incluso el dueño de nuestro alojamiento, no pudimos probar ni el restaurante Tonnarello (Trastevere) ni La Vechia Roma.
Cafeterías
En Italia se conoce el café desde el siglo XVI, cuando un botánico veneciano lo trajo de Egipto, cualquier cafetería de Roma está bien para sentarse y probar el famoso café italiano. Destacamos el Bar San CaliSto por sus precios económicos.
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- BAR SAN CALISTO. Pagamos 2.5 € por dos cafés sin duda uno de los sitios más baratos que podemos encontrar, con una amplia terraza siempre llena de gente en el conocido barrio del Trastevere.
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- IL CAFFE DIETRO L’ANGOLO. Cercano a la Piazza Il Popolo tomamos café en una caffe peatronal y tranquila. Cada café 2 €.
Aunque entendernos en italiano o que nos entiendan en español no es difícil os dejamos un pequeño listado de los cafés que consumimos más habitualmente y su traducción al italiano: caffèlatte (café con leche), capuccino (con menos leche que el anterior), caffè macchiato (con unas gotas de leche). Si queremos una café solo deberemos pedir o un espresso o cafè ristretto. Si lo deseamos frío deberemos añadir la palabra freddo.
Postres, dulces y helados
PASTICCERIA REGOLI. Teníamos esta pastelería (con cafetería en el local del al lado) a dos minutos de nuestro hotel con muy buenas opiniones y frecuentada por italianos. Quedamos entusiasmados por los canoli y la sfogliatella (ambos con el mismo relleno pero diferente pasta).
Nos quedamos con ganas de probar los maritozzi (brioche relleno de nata).

En la misma calle que la Pasticceria Regoli había otras dos pastelerías / cafeterías con muy buena pinta (Branca y Bar Pasticceria D’Amore) que no nos dio tiempo a probar.
TWO SIZES. Esta tienda es conocida por sus tiramisús que venden en varios sabores (clásico, crema, pistacho, crema de cacahuete o fresa) y en dos tamaños (2.50 € ó 3.50 €). Probamos el pequeño de pistacho y estaba espectacular, riquísimo, sabía a café y a pistacho pero todo de manera suave. Nos quedamos con ganas de probar los canoli.

POMPI. Otra pastelería conocida por sus tiramisú, escogí el de pistacho y la verdad, me gustó muchísimo más el de Two Sizes.

FRIGIDARIUM. Nos gustó tanto, tanto esta heladería que preferimos repetir antes que probar alguna otra. Tienen un montón de sabores pero lo mejor es que, de manera opcional, ofrecen una cobertura final en chocolate negro o blanco.
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Helados Frigidarium Roma
FATAMORGANA. Aunque nos encantó tanto su textura como su sabor, son algo menos generosos que otros que probamos. Pedimos el de stracciatella, carrot cake, pistacho y cacahuete con chocolate.

GIOLITTI. Todo un clásico en la ciudad, se forman grandes filas (primero hay que elegir tamaño y pagar y después pasar por el mostrador de los helados). El de coco y pistacho estaba rico, con el añadido opcional de la nata, pero en cambio tanto el de stracciatella como el oreo nos decepcionaron.
